10 noviembre, 2005

Matrioshki. El infierno de las muñecas rusas

El pasado lunes, como la mayor parte de los españolitos, me planté frente a la tele y sintonicé el antiguo canal + para ver la nueva televisión que empezaba a emitir: el canal cuatro. Ya tenemos otro botoncito que pulsar cuando hagamos zapping en los anuncios. ¡Bien!
Al parecer en este canal no emiten películas, sino únicamente series y programas de entretenimiento, además de las noticias. Estando convaleciente como estoy, me puse la tele de buena mañana y descubrí que emitían el primer capítulo de, tachán... ¡Melrose Place! Dios mío, cuánto tiempo. En su época era lo más. Y claro, en su época yo debía tener... 16? 17 años? No sé, lo único que recuerdo es que todos los personajes me parecían muy mayores e independientes. Es gracioso verlo diez años después, teniendo en cuenta lo que cambia tu perspectiva.
Pero este post quería dedicarlo a otra serie que descubrí el martes por la noche en este mismo canal. Se trata de Matrioshki, palabro al que han añadido la coletilla "viaje al infierno", porque si no probablemente no la vería ni Dios. Curioseando por internet he descubierto que el susodicho palabro significa "muñecas rusas", un juego de palabras muy apropiado para el argumento de la serie.
La verdad es que aluciné un poco de la crudeza que tiene, porque mientras la ves no puedes dejar de pensar que eso está ocurriendo realmente con cientos de mujeres en todo el mundo. De momento sólo han emitido dos capítulos (seguidos), y ya se me encoge el estómago. Pero como los seres humanos somos así, morbosos, pues a seguir angustiándose, venga.
La serie está ambientada en el mundillo de la trata de blancas. Parte de un grupo de chicas rusas que son captadas por una panda de mafiosos desalmados, con el fin de explotarlas sexualmente en clubs de alterne de la Europa "civilizada". Poco a poco, se van desgranando los entresijos de esas mafias: cómo engañan a las pobres chicas, muchas menores de edad y todas desesperadas por salir de la miseria, prometiéndoles un trabajo digno; lo sabandijas e indeseables que son los que llevan el negocio, que no tienen ningún tipo de escrúpulo y tratan a las chicas como mercancía y con un desprecio que te hierve la sangre (por lo menos a mí que soy mujer); cómo las chicas van desencantándose del "sueño europeo", etc.
Vamos, una de esas series que te deja inquieta, pero te alerta de las injusticias que se cometen todos los días a nuestro lado, sin que seamos conscientes de ello. Claro, que hay otros que no sólo son conscientes, sino que partician y las fomentan. Me refiero a los puteros, claro. Uf, dejo el tema que me estoy poniendo de mala leche. Eso, que no os la perdáis.

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