06 marzo, 2009

Un curso de milagros


Hacía tiempo que no hacía una reseña de un libro, pero es que éste es mucho más que un libro. Desde que empecé a hacer el curso, se ha ido convirtiendo poco a poco en algo así como mi Biblia. Una Biblia sin iglesias, sin guías espirituales y sin normas restrictivas.
Para aquellos que no lo conozcais, el curso de milagros es un libro que aseguran que canalizó la Dra. Helen Schucman, catedrática de psicología médica de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Columbia, en Nueva York y que el Dr. William Thetford escribió. La Dra. Schucman, una persona que no se consideraba ni mucho menos religiosa ni espiritual, asegura que la fuente que le dictó el texto es el propio Jesucristo.
Sé que esto a los católicos les resultará blasfemo, y lo respeto, pero no pretendo abrir un debate sobre la veracidad del origen del escrito, sino que voy a limitarme a exponer mi experiencia con el mismo. Si bien utiliza la terminología del cristianismo, sus enseñanzas pueden aplicarse de manera universal.
El libro está enfocado al estudio espiritual. Consta de 3 partes. En primer lugar, un texto teórico, en el que se va desgranando el propósito del curso y describiendo los dos estados posibles en el ser humano: el del ego, que es en el que nos encontramos todos ahora, y el del Hijo de Dios, que ha aceptado que es uno con Dios y con todos sus hermanos (toda la humanidad).
En segundo lugar, las lecciones. 365 frases o afirmaciones con las que trabajar todos los días del año, aunque no es necesario hacer una por día.
Por último, está el manual para el maestro, que aclara algunos puntos y terminología que aparece en el texto.
Lo bueno de este curso es que no te pide que te lo creas ni que leas el texto si no quieres. Sólo con hacer las lecciones, que tampoco es necesario creerse, se produce el aprendizaje.
El propósito del curso es muy simple: llegar a ser feliz. Al fin y al cabo, eso es lo que pretendemos conseguir todos en nuestra vida, pero, ¿por qué aunque la busquemos con tanto empeño no logramos conseguirla? El libro explica que el motivo es que buscamos incansablemente donde no se encuentra, esto es, fuera de nosotros mismos.
Todo lo que nos sucede (tanto lo bueno, como lo malo) lo atribuimos a causas externas. Nos decimos ¿Cómo voy a ser feliz, si esta persona me hace la vida imposible, si no tengo dinero, si mi trabajo no me satisface, si mi pareja no colma todas mis expectativas...? Pero a veces conseguimos algunas de esas cosas y seguimos sin ser felices. Nada es suficiente. El libro te dice que puedes ser feliz aquí y ahora. El pasado y el futuro no existen. Sólo existe el presente, el ahora. La clave está en la aceptación de todo lo que sucede en tu vida en este momento. Todo está ahí para que aprendas a ser feliz, todo está ahí para que te aceptes a ti mismo y a los demás como lo que sois: seres maravillosos e inocentes. El mundo que vivimos es una ilusión. Somos actores en un escenario que se nos antoja real. Tanto el bueno, como el "malo" hacen su papel, pero en las bambalinas todos son iguales e inocentes. Cuando sabes esto y actúas en consecuencia, se producen los milagros.
Después de un año leyendo el texto y siguiendo las lecciones (voy por la 170), puedo decir que mi vida ha cambiado mucho. Internamente, no soy la misma ni por asomo. No sé cómo, pero mi mente se ha aquietado. Ya no estoy todo el día dándole vueltas a las cosas y a las situaciones. Empiezo a ver a esa persona que me cuesta soportar y contra la que a menudo tengo "pensamientos de ataque" como a una aliada que proyecta lo que tengo dentro para que yo sea capaz de verlo y sanarlo. "Quien bien te quiere te hará llorar". Cuán cierta es esa frase. Qué sencillo es coger el papel de madre amorosa, de amigo fiel y qué duro escoger el de asesino despiadado que recibe la ira y el odio de sus hermanos para que estos reconozcan que tienen odio dentro y lo sanen. ¿Quién estaría dispuesto a hacer este papel tan difícil sino alguien que nos ama más allá de lo indecible? Reflexionemos sobre esto antes de considerar a alguien culpable y condenarlo.
No puedo explicar con palabras todo lo que este curso me está cambiando por dentro, y por fuera, ni resumir todas sus enseñanzas en unas pocas líneas. Simplemente diré que cuando empiezas a ver el mundo diferente, éste cambia para adaptarse a tu nueva visión. Todo resulta más fácil, la vida fluye y los problemas se van solucionando. Sólo puedo decir que para mí, el curso está siendo efectivo. Me siento mejor conmigo misma y con los demás. Por eso he querido trasmitir esta experiencia. No me importa que muchos me consideréis una incauta, un bicho raro, una sectaria o una loca. No me importa si consigo que aunque sea una persona se acerque a este curso y halle algo de paz.