20 noviembre, 2005

El drama de Woody Allen

Como ya os comenté, el cine ha vuelto a ofrecer cositas interesantes y hago más viajes al kinépolis para empaparme de metraje, antes de que los estrenos navideños americanos nos invadan con sus papás Noeles rechonchos y sus infumables comedias. Y ayer me encontré con esta película de Woody Allen, aunque nadie diría que lleva su firma.
Lo primero que rechina es que NO es una comedia, sino un drama, aunque eso sí, con algunos toques de humor, como la secuencia en que el policía tiene una visión reveladora de los hechos. También se echa de menos aquel personaje neurótico y parlanchín eternamente presente en muchas pelis de Allen (no es que haya visto muchas, la verdad), y normalmente interpretado por él mismo. Desde luego, en esta ocasión no pegaba para nada, pero sí esperas encontrar al menos diálogos delirantes o situaciones cómicas que sin embargo se transforman en brochazos apenas visibles puestos al servicio del drama puro y duro.
Cuando ví el trailer me llamó la atención y no salí del cine decepcionada. El tema central de la película parece ser la infidelidad masculina, planteando el dilema de siempre entre amor rutinario o pasión. No obstante y con esta escusa, Allen nos adentra en las esferas de la clase alta inglesa, y explora el papel que juega la suerte en nuestras vidas. Por otra parte, el director nos muestra como el dinero y la posición social pueden rivalizar con el famoso refrán "tiran más dos tetas que dos carretas". ¿Quién ganará: la explosiva Scarlett Johansson o el afán de poder del protagonista? Para saberlo tendréis que verla.

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