19 septiembre, 2009

El retoño de Dexter

Ya queda poco para el estreno en Estados Unidos de la 4ª Temporada de la serie "Dexter" (27 de septiembre de 2009) y la cadena Showtime ha lanzado una divertida promoción, que tiene como protagonista al retoño de nuestro asesino favorito. Sin duda la llegada del niño va a dar mucho juego. ¿Habrá heredado los impulsos asesinos de su padre? ¿Sobrevivirá Dexter a las noches en vela y los cambios de pañal? Muy pronto tendremos la respuesta a estas preguntas.

Distrito 9. La parte oscura del ser humano

He visto recientemente la película "Distrito 9" y me ha movido a escribir una reseña, cosa que no me pasaba hacía tiempo. Pues últimamente las películas pasan sin pena ni gloria ante mis retinas.
Esta cinta tiene demasiadas peculiaridades para pasar inadvertida. Según avanza la trama, y como le sucede al protagonista, sufres una metamorfosis Kafkiana que te desconcierta y te crea una sensación de malestar, rabia e indignación que va en aumento hasta la catarsis final. Al comienzo, como pasa siempre que nos enfrentamos a lo desconocido, el rechazo hacia el diferente, la incomprensión de sus actos, el alineamiento con los que consideras los "tuyos". Poco a poco, pasas a ponerte en la piel del otro y a darte cuenta de la importancia de la comunicación.
La película habla sobre todo de la parte oscura del ser humano, de hasta dónde somos capaces de llegar en nuestro afán de sentirnos los más poderosos. Deseamos sobresalir por encima de todo y todos. Buscando incansables nuestra propia grandeza. No nos damos cuenta de que reside en nuestro interior y de que la única forma de conseguirla es amando y respetando a nuestros hermanos, por muy diferentes que éstos nos parezcan.
Guiños a la metamorfosis de Kafka, reminiscencias del nazismo más rancio y un protagonista descerebrado y egoísta cuyas ideas y objetivos se van transformando a lo largo de la historia, aunque más lentamente de lo que sería deseable para el espectador. El amor será lo único que permanezca inmutable en su odisea.
Otro aspecto que nos mueve a la reflexión es el hecho de que el Distrito 9 esté justamente situado en Sudáfrica, y de que la mayoría de personas que aparezcan en el simulado reportaje echando pestes de los "bichos" sean de raza negra. Sin duda una forma de señalar que son muchas las ocasiones en que los perseguidos se convierten en los perseguidores más crueles. Véase el caso de los judíos.
Sin duda se trata de una película recomendable, siempre que pasemos por alto las altas dosis de violencia y tiros, que parece que no pueden faltar en cualquier película americana de ación y miremos hacia el espíritu del film y el mensaje que pretende transmitir: los humanos podemos llegar a ser así de miserables. Despertemos ya y decidamos hacer un mundo mejor.

13 septiembre, 2009

Gripe A: el negocio del miedo

Me ha llegado al correo este vídeo que dice verdades como puños sobre la supuesta pandemia de la llamada gripe A y de cómo unos pocos han manipulado a la opinión pública y han provocado el pánico para llenarse los bolsillos. No tiene desperdicio.

De mayor quiero ser funcionaria

Otra vez septiembre. Otra vez los niños al cole, los fascículos coleccionables en el quiosco y el síndrome post-vacacional al volver al trabajo. Bueno, eso será para los que tienen trabajo, porque en mi caso, con crisis o no, me encuentro en la misma situación: con una mano delante y otra detrás.
Tras pasarme el mes de agosto trabajando, tenía la esperanza de empalmar con otro empleo a principios de septiembre. Y un trabajo de los buenos, para la administración pública. Pero cuando el 1 de septiembre me planté en mi hipotético futuro lugar de trabajo, que por derecho de bolsa de trabajo me pertenece, me encuentro con que los funcionarios de turno ni se han inmutado ante el hecho de que hay personas sordas allí, y de que van a necesitar intérprete.
Cuando me ve aparecer la persona que debe presentar el informe para que me contraten me dice: "¡Uy! Qué bien que hayas venido. Está bien que nos recuerdes el tema. No sé cuantos sordos hay este año. Ve y pregunta en secretaría. Por cierto, ¿me haces un favor? Dile que te busque los papeles para que pueda hacer el informe y me dejas una fotocopia en mi mesa".
Vamos a analizar en profundidad y a traducir a un lenguaje comprensible las frases anteriores: "Uy, tú por aquí. Ni me acordaba de que tengo que pedir un intérprete para atender a estos sordos pesados. Pero no pasa nada. Como yo cobro todos los meses haga el informe o no y me importa 3 pepinos que dependas de mi informe para empezar a trabajar... Ah, y aprovechando que has aparecido, podrías quitarme un poco de trabajo y pedirle a la secretaria que te dé unos papeles que tendría que pedir yo, pero es que no me apetece hacer tanta cola. Pierde tú la mañana y traemelos. Así a lo mejor redacto el informe antes".
Y unos días más tarde, consigo localizar al inspector que ha de autorizar mi contrato. Después de 2 horas esperando a que me atienda, le explico que mi contrato acabó en junio, pero que me "pidieron" (si te niegas puede que al año que viene no estés aquí) que atendiera como intérprete a un sordo en septiembre 2 días. Además, en junio inspección me llamó para "pedirme" que me desplazara a otro centro a atender a otra persona sorda, cuando estaba adscrita a mi centro y legalmente no debería acudir.
Con cara de "¿y a mí que me cuentas?", me dice que sí, que le consta que muy amablemente colaboré en el incidente que surgió en junio, y que me agradece enormemente que haya asistido al centro en septiembre esos 2 días a atender al sordo en cuestión, pero que como el centro no ha solicitado el recurso todavía este año, pues que toca esperar.
Una vez más, traduzcamos: "Menudo rollo me estás soltando y justo ahora que mis compañeros me esperan para tomarme un café. Eres una capulla por aceptar trabajar gratis, pero gracias a gente como tú nos ahorramos una pasta que no veas. Mejor vete a tu casa y no me molestes más, porque hasta que no tenga en mi mesa el informe no pienso mover un dedo, y menos por tí, que no tienes enchufe ninguno. Y da gracias de que no haya nadie con tu titulación que lo tenga, porque si no este "chollo" de trabajo ni lo habrías olido".
Resumiendo: que me llamarán como pronto en octubre-noviembre. Y como todo va tan bien en la administración, no empiezas a cobrar hasta 2 meses después de haber empezado a trabajar. Eso sí, luego tu cuenta baila la sardana al cobrar los 2 meses de golpe.
Viva los funcionarios y su culo gordo. Estoy hasta el moño de tener que preocuparme de qué pasará el mes que viene. Yo de mayor quiero ser funcionaria, y tocarme el higo como esta gente, tener mis vacaciones pagadas y que me la bufe todo lo que no sea mirarme el ombligo. ¿Opositar cuándo y a qué? He ahí la cuestión. Pero tened por seguro que lo haré.

24 agosto, 2009

Las delicias del pueblo

Acabo mis vacaciones justo cuando la mayoría está haciendo las maletas para emigrar de la ciudad. Agosto trabajando... y gracias dando, tal y como está el mercado laboral. Pero no hablemos del trabajo, sino de las dos semanitas de vacaciones que me he pasado con la familia en el pueblo.
No es mi pueblo, que conste, pero mis padres se han sumado a la moda de alquilar una casita de pueblo para todo el año y pasarse allí fresquitos todas las vacaciones de verano. Y, cómo no, había que ir a disfrutarla aunque fuera un poquito.
Los pueblos son en sí mismos un micromundo en el que o encajas o estás perdida. Nada más llegar, mi madre nos informó de las nociones básicas que son necesarias para sobrevivir: 1 Cuidado con lo que dices o haces, porque siempre hay como mínimo dos ojos mirándote y una oreja escuchándote; 2 esos ojos y orejas van acompañados de una boca que luego se dedica a contar el chisme en cuestión; 3 No intentes pasar despercibida, no lo vas a conseguir. 4 saluda a "to quisqui" aunque no tengas ni puñetera idea de quién es, ellos saben tdos quién eres y qué haces allí.
A continuación, está todo aquello que debes saber de los vecinos para no meter la pata y estar al loro de lo que sucede en el lugar. Por ejemplo, es importante saber que el carnicero es gay, así que no sirve de nada intentar ligar entre corte de entrecôte y panceta. La señora Dolores habla por los codos y es mejor no darle conversación si quieres llegar a casa para cenar. El hijo del señor Andrés vende patatas, cebollas y tomates. Los huevos los tiene un poco pasados. La panadera y la de la frutería son unas antipáticas, así que si no te saludan no te lo tomes como algo personal. El socorrista de la piscina está separado, está en edad de merecer y tiene dos hijos. Además, todas las abueletas que van a la piscina se lo comen con los ojos.
Después de estar bien enterados de todo, se nos permite salir a la calle y disfrutar de las delicias del pueblo: el sol de la piscina, el airecillo de la tarde, los paseos a las fuentes... Han sido unos días de tranquilidad y desconexión de la rutina.
Como todos no cabemos en la casita, primero he ido yo, y ahora en agosto le ha tocado a mi hermana. Y parece ser que o no le han explicado bien las normas básicas de superviviencia en el pueblo, o se las ha pasado por el... (conociéndola, va a ser lo segundo), porque nada más llegar, se ha liado con el socorrista, poniéndole los cuernos a su marido y echando por los suelos el buen nombre de la familia, ja ja. En fin, bromas a parte, han sido unos días inolvidables y una nueva experiencia que ha valido la pena vivir.

17 junio, 2009

Los hombres que odian a las mujeres

Éste es el título original de la primera parte de la trilogía Millenium, escrita por el trágicamente fallecido Stieg Larsson, y que se ha convertido en el fenómeno literario del momento. La verdad, no sé a qué viene el eufemismo del título en español. Supongo que la traducción literal es demasiado contundente, y podría haber echado atrás a muchos potenciales lectores.
Hacía ya meses que no leía ningún libro y lo achacaba a que no tengo tiempo, pero la excusa quedó en evidencia cuando cogí entre mis manos un ejemplar de "Los hombres que no amaban a las mujeres". Desde entonces (no hace muchos días), cualquier momento es bueno para leer unas páginas: en el metro, en los descansos del trabajo, antes de acostarme... y es que engancha desde el principio hasta el final.
Leyéndolo me acordé fugazmente de la serie de televisión "Twin Peaks", que devoré en mi adolescencia y que a los de mi generación nos parecía lo más de lo más. ¿Quién mató a Laura Palmer? El agente Cooper era tema de conversación en el vestuario femenino del instituto. Hace unos años sacaron la serie completa en DVD y emocionada, me puse a ver el primer capítulo. ¡Casi me da un ataque de risa! Cómo cambian las cosas y la perspectiva con los años.
Pero volvamos al libro. No deja de chocarme el hecho de que en Suecia, ejemplo siempre perfecto de la sociedad del bienestar, esté tan extendida la lacra de la violencia de género. Parece ser que cuanta más igualdad conseguimos las mujeres, más se encabritan los machistas trasnochados.
Tras leer los datos que da Larsson sobre la violencia contra la mujer en su país (las cifras son escalofriantes), me dio por hacer una pequeña retrospectiva de los momentos en mi vida en los que he sufrido algún tipo de abuso como mujer. Y no han sido pocas las ocasiones que he recordado. Son situaciones triviales (en mi caso) que pasamos por alto diciendo "son cosas que pasan", pero que van minando nuestra auto estima como mujeres e incluso nos hacen sentirnos culpables.
Lo que más me sorprende es que, siendo como soy una persona bastante asertiva en mi entorno cercano, nunca he respondido a estos abusos con indignación, ni me he defendido. En todos los casos, he huido de la situación. Y no hablo de cuando era una niña, sino de cuando tenía conciencia plena de lo que me estaba sucediendo y me sentía indignada por ello.
Creo que las mujeres sentimos vergüenza de confesar estas pequeñas situaciones, esos tocamientos en los transportes públicos, esos comentarios groseros, esas insinuaciones que pretenden hacerte sentir como una fulana. No sé la razón, pero puede que en el fondo nos sintamos culpables y pensemos que es natural que algunos hombres se comporten así, y que hay que soportarlo. Tememos que si gritamos en el metro "¡deja de tocarme el culo, guarro asqueroso!", todos van a pensar que estamos locas, y que nos imaginamos las cosas. ¿Aún vale más la palabra de un hombre que la nuestra? Son pequeños gestos que nos recuerdan cuál es nuestro lugar todavía hoy en una sociedad que se dice avanzada.
Las mujeres tenemos que tomar aún las riendas de nuestra sexualidad y aceptarla, para que nadie pueda poner en duda nuestra integridad y podamos defendernos de estas "agresiones". Yo, por mi parte, prometo no volver a soportar ninguna de estas situaciones en silencio. ¿Y vosotras? Si unimos nuestras voces, pronto acallaremos a todos esos hombres que aún odian a las mujeres.

16 abril, 2009

Pedid y se os dará

Una vez más, el destino acude en mi ayuda y, cuando estaba a punto de renunciar a mi carrera, me manda una señal para alentarme a continuar.
A principios de marzo, iba a finalizar mi baja por maternidad y estaba buscando como loca ofertas de empleo en Internet de lo más variopinto: administración, secretariado con idiomas, sector de las ONGs, etc. Y un buen día me llaman para comunicarme que posiblemente me llamen de una bolsa de empleo en la que figuro desde el 2003. Esta bosa no suele moverse casi nada. De hecho, sólo hemos trabajado a través de ella 2 personas. Además, nunca suelen llamar a estas alturas de año, por lo que fue una sorpresa inesperada y muy agradable. Ahora estoy trabajando.
Como ya comenté en la entrada anterior, no es la primera vez que me he encontrado en una encrucijada laboral y la vida me ha empujado a seguir en la misma dirección. Siempre que me siento perdida, confusa o estoy indecisa con respecto a una disyuntiva o problema importante, sea de la índole que sea, pido a la parte de mí que sabe, la parte espiritual, que me guíe en lo que más me convenga. Os aseguro que siempre he recibido una respuesta. Pedid y se os dará.
No todas las respuestas son las que esperas o te gustarían, pero ¿quiénes somos nosotros, con nuestra estrechez de miras, para cuestionar el plan que el universo nos tiene a todos reservado? En este plan, todos estamos conectados y nuestras decisiones y actos influyen en los demás más allá de lo que podamos llegar a imaginar. Me dejaré llevar, pues, por el río de la vida, porque no tiene sentido nadar contracorriente. Me dejaré mecer dulcemente cuando los meandros zarandeen mi barca. Pues al final del viaje, está el mar. Allí, todos los ríos se encuentran. Allí, todos somos uno.

06 marzo, 2009

Un curso de milagros


Hacía tiempo que no hacía una reseña de un libro, pero es que éste es mucho más que un libro. Desde que empecé a hacer el curso, se ha ido convirtiendo poco a poco en algo así como mi Biblia. Una Biblia sin iglesias, sin guías espirituales y sin normas restrictivas.
Para aquellos que no lo conozcais, el curso de milagros es un libro que aseguran que canalizó la Dra. Helen Schucman, catedrática de psicología médica de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Columbia, en Nueva York y que el Dr. William Thetford escribió. La Dra. Schucman, una persona que no se consideraba ni mucho menos religiosa ni espiritual, asegura que la fuente que le dictó el texto es el propio Jesucristo.
Sé que esto a los católicos les resultará blasfemo, y lo respeto, pero no pretendo abrir un debate sobre la veracidad del origen del escrito, sino que voy a limitarme a exponer mi experiencia con el mismo. Si bien utiliza la terminología del cristianismo, sus enseñanzas pueden aplicarse de manera universal.
El libro está enfocado al estudio espiritual. Consta de 3 partes. En primer lugar, un texto teórico, en el que se va desgranando el propósito del curso y describiendo los dos estados posibles en el ser humano: el del ego, que es en el que nos encontramos todos ahora, y el del Hijo de Dios, que ha aceptado que es uno con Dios y con todos sus hermanos (toda la humanidad).
En segundo lugar, las lecciones. 365 frases o afirmaciones con las que trabajar todos los días del año, aunque no es necesario hacer una por día.
Por último, está el manual para el maestro, que aclara algunos puntos y terminología que aparece en el texto.
Lo bueno de este curso es que no te pide que te lo creas ni que leas el texto si no quieres. Sólo con hacer las lecciones, que tampoco es necesario creerse, se produce el aprendizaje.
El propósito del curso es muy simple: llegar a ser feliz. Al fin y al cabo, eso es lo que pretendemos conseguir todos en nuestra vida, pero, ¿por qué aunque la busquemos con tanto empeño no logramos conseguirla? El libro explica que el motivo es que buscamos incansablemente donde no se encuentra, esto es, fuera de nosotros mismos.
Todo lo que nos sucede (tanto lo bueno, como lo malo) lo atribuimos a causas externas. Nos decimos ¿Cómo voy a ser feliz, si esta persona me hace la vida imposible, si no tengo dinero, si mi trabajo no me satisface, si mi pareja no colma todas mis expectativas...? Pero a veces conseguimos algunas de esas cosas y seguimos sin ser felices. Nada es suficiente. El libro te dice que puedes ser feliz aquí y ahora. El pasado y el futuro no existen. Sólo existe el presente, el ahora. La clave está en la aceptación de todo lo que sucede en tu vida en este momento. Todo está ahí para que aprendas a ser feliz, todo está ahí para que te aceptes a ti mismo y a los demás como lo que sois: seres maravillosos e inocentes. El mundo que vivimos es una ilusión. Somos actores en un escenario que se nos antoja real. Tanto el bueno, como el "malo" hacen su papel, pero en las bambalinas todos son iguales e inocentes. Cuando sabes esto y actúas en consecuencia, se producen los milagros.
Después de un año leyendo el texto y siguiendo las lecciones (voy por la 170), puedo decir que mi vida ha cambiado mucho. Internamente, no soy la misma ni por asomo. No sé cómo, pero mi mente se ha aquietado. Ya no estoy todo el día dándole vueltas a las cosas y a las situaciones. Empiezo a ver a esa persona que me cuesta soportar y contra la que a menudo tengo "pensamientos de ataque" como a una aliada que proyecta lo que tengo dentro para que yo sea capaz de verlo y sanarlo. "Quien bien te quiere te hará llorar". Cuán cierta es esa frase. Qué sencillo es coger el papel de madre amorosa, de amigo fiel y qué duro escoger el de asesino despiadado que recibe la ira y el odio de sus hermanos para que estos reconozcan que tienen odio dentro y lo sanen. ¿Quién estaría dispuesto a hacer este papel tan difícil sino alguien que nos ama más allá de lo indecible? Reflexionemos sobre esto antes de considerar a alguien culpable y condenarlo.
No puedo explicar con palabras todo lo que este curso me está cambiando por dentro, y por fuera, ni resumir todas sus enseñanzas en unas pocas líneas. Simplemente diré que cuando empiezas a ver el mundo diferente, éste cambia para adaptarse a tu nueva visión. Todo resulta más fácil, la vida fluye y los problemas se van solucionando. Sólo puedo decir que para mí, el curso está siendo efectivo. Me siento mejor conmigo misma y con los demás. Por eso he querido trasmitir esta experiencia. No me importa que muchos me consideréis una incauta, un bicho raro, una sectaria o una loca. No me importa si consigo que aunque sea una persona se acerque a este curso y halle algo de paz.

25 febrero, 2009

Entre crisis y pañales

Aquí estoy de nuevo, retomando el blog donde lo dejé. Durante este tiempo he tenido en varias ocasiones la tentación de eliminarlo, pero siempre me ha temblado la mano cuando iba a pulsar la tecla que hubiera puesto fin a tanto trabajo y dedicación. Al final, he decidido que vale la pena seguir escribiendo. Quiero dar las gracias a la gente que, en este tiempo de silencio, ha dejado comentarios en alguna de las entradas del blog. Esto me ha dado ánimos también para volver a escribir.
Mi vida ha dado un giro de 180 grados, porque en este rato que no he compartido mi vida con el ciberespacio, he sido mamá de un nene precioso. Ahora tiene 2 meses, y como os imagináis me tiene más que ocupada cambiando pañales, dando biberones y haciendo carantoñas. Su nacimiento ha coincidido con el mejor momento de la crisis (o peor, según se mire) y para muestra un botón: cuando avisé en la empresa de que me cogía la baja de maternidad, me avisaron a mí, eso sí, "de buen rollo", de que mi contrato finalizaría en ese momento. ¿Ilegal? Ya lo sé, pero no me queda más remedio que tragar, porque allí es el único sitio donde puedo ejercer mi profesión (intérprete de lengua de signos) en mi comunidad autónoma.
Mi marido, por su parte, tampoco está en su mejor momento laboral, por lo que nos planteamos un cambio radical de aires. En nuestros delirios, provocados por la subida del euribor, hemos llegado a fantasear con emigrar a algún paraíso europeo. Y digo paraíso, porque en cualquier otro país de Europa se tiene un sueldo decente al mes, y eso es casi un lujo para el españolito medio.
Mientras disfruto de mi baja maternal, pienso seriamente en si cambiar mi ámbito laboral por completo. Me duele el alma cuando me imagino no volviendo a hacer lo que más me gusta, lo que me motiva de verdad y a lo que he dedicado mi ilusión durante los últimos 7 años. Pero es que no puedo continuar así. Quiero un trabajo que me permita estar con mi niño por lo menos una parte del día, y con el que pueda pagar la hipoteca. Creo que no es mucho pedir.
No es la primera vez que me planteo abandonar el mundo de la comunidad sorda, y siempre he encontrado algún aliciente o señal en el camino que me ha animado a continuar. Hoy vuelvo a buscar esa señal. La busco esperanzada. Espero con los ojos bien abiertos, los oídos atentos, y el corazón encogido.