13 febrero, 2006

Castigo divino

Snif, snif... Sorbo el moquillo por dos motivos principales: porque llevo un trancazo de cuidado y porque llevo dos días sin hacer algo básico y necesario para mí. ¡Mal pensados! Lo que no puedo hacer es HABLAR. Mi constipado me ha afectado a las cuerdas vocales (como siempre). Parece que de vez en cuando, alguien por ahí arriba me dice que ya está bien de tanto darle al alpiste y como no hago ni caso me castiga con unos días de silencio, cosa que los que están a mi alrededor agradecen, chungándose de mí cada vez que intento abrir la boca. Reíros, reíros, que cuando recupere la voz volveré a taladraros, jeje. De momento, me desahogo escribiendo.
Este fin de semana me planté en visita relámpago en Barcelona a ver los Depeche Mode. No me hacía especial ilusión el concierto, pero como mi chico daba saltos de alegría con la idea, pues tuve que darle el gusto. La verdad es que no estuvo nada mal, teniendo en cuenta que no podía cantar (sólo hacer playback) y que la mayoría de canciones las has oído pero no son un icono de tu generación ni te apasionan hasta el punto de extasiarte escuchando. Eso sí, tocan genial, la gente les adora y es un megaconcierto de esos a los que hay que ir por lo menos una vez en vida.
No me malinterpretéis. Me gustó. Emocionante ver las manitas de las quichicientas personas que había allí moviéndose a la vez o chillando el "Reach out and touch faith" de "Personal Jesus", una de las canciones más famosas de la banda. A mí, personalmente, me encantó la rayada de "The Sinner in Me", que ya me gustó al oirla en el nuevo disco, pero que en directo fue apoteósica.
Y tras el ajetreo del fin de semana me he levantado con un dolor de cabeza de tres pares de narices e igual de muda que ayer y antesdeayer. Cada vez que toso se oye un sonidito patético que surge de mi garganta. Ayer me dolía de tanto esforzarme por hacerme entender, así que decidí hablarle en lengua de signos y por gestos a mi maridito. Pero resultó más cansado esforzarme para que me entendiera que forzar la garganta. Tengo que enseñarle la lengua de los sordos para cuando me vuelva a pasar esto, así podrá hacerme de intérprete (jeje). Pero de momento a tomar caldito de pollo y quedarse en casita que mañana hay que trabajar. Y a los de arriba decirles que ya he aprendido la lección, que seré buena y hablaré menos pero que, por favor, me devuelvan el don del habla YA.

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